Iberia empieza a negociar un nuevo ERE voluntario para
1.000 trabajadores
Una parte importante
de los despidos afectará a Mantenimiento, tal y como ha asegurado el presidente
de la aerolínea
El presidente de Iberia, Luis Gallego
Iberia empieza este
mes la negociación con los sindicatos de un nuevo expediente de regulación de
empleo (ERE) voluntario para 1.000 trabajadores de distintos colectivos,
adelantó su presidente ejecutivo, Luis Gallego.
Tras la salida de
5.000 personas a través de los anteriores ERE y con una plantilla de 16.500
empleados, "hay todavía algunas direcciones que están sobredimensionadas
sobre lo que necesitamos para poder competir eficientemente", explicó en
una entrevista con EFE.
Una parte importante
del ERE afectará al área de Mantenimiento, donde Iberia está llevando a cabo un
proceso de transformación, a fin de asegurar un futuro "exitoso" de
esta división; a las oficinas centrales, donde hay un excedente de personal
para el número de aviones que tiene en comparación con los competidores, y, en
menor medida, a hándling (atención en tierra).
Iberia también
considera poner un cupo para los tripulantes de cabina (TCP), ya
que, al no haberse producido el esperado aumento de capacidad, "se nos ha
generado un pequeño excedente que nos gustaría ajustar para ser más
competitivos", indicó.
Aunque se han
recuperado rutas como San Juan de Puerto Rico o Johannesburgo y lanzado
Shanghái y Tokio, la aerolínea tenía previsto un incremento de capacidad
"más agresivo", si el mercado hubiera tenido un comportamiento mejor,
apuntó.
La inestabilidad
generada por la dificultad que atraviesan algunas principales economías de
Latinoamérica, los ataques terroristas en Europa, el Brexit (salida del Reino Unido
de la UE) o la falta de gobierno en España, "nos ha llevado a ser
prudentes", precisó el directivo.
Tras lanzar en 2015 la
primera convocatoria en once años para la contratación de nuevos pilotos y
la incorporación de 175, "ya no está previsto que entren más. En el
futuro, se verá", indicó. "Es mejor ser prudente" y lo que hay
que hacer es "ajustar y rentabilizar la capacidad que tenemos",
precisó.
De hecho, Iberia
ha dejado de volar a Estambul, Lagos y Accra (África), y ha reducido las
frecuencias a Brasil o Venezuela.
Gallego también hizo
hincapié en el esfuerzo que supone la entrada en un nuevo mercado como China,
donde el reto es "cómo hacer rentable la ruta de Shanghái con factor
ocupacional alto e ingresos no muy altos", debido a la competencia de
otros operadores, principalmente del Golfo.
En Latinoamérica, a
las dificultades de algunas economías se une un exceso de capacidad por la
caída del pecio del petróleo, lo que lleva a una disminución de los ingresos.
El Brexit no afectará
a la alianza con British
El Brexit, reconoció
Gallego, producirá cierta inestabilidad a corto plazo, pero no afectará a la
alianza de British Airways y de Iberia dentro del grupo IAG, como vaticina el presidente de
Ryanair, Michael O'Leary.
A largo plazo, el
Brexit "no va a cambiar los objetivos de IAG. Afectará pero, lógicamente,
se llegará a algún acuerdo de forma que la economía del Reino Unido y Europa
sigan colaborando como hasta ahora", insistió. "La estructura del
grupo ha sido analizada y no vamos a tener ningún problema. De hecho, creemos
que es una estructura que a muchos les gustaría poder replicar por su
versatilidad y flexibilidad", dijo.
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