Los Serratosa salen de la
propiedad de Air Nostrum 25 años después de fundarla
Javier Serratosa deja el consejo de la aerolínea y reparte el 7% que
conservaba entre Carlos Bertomeu, los dueños del IVI y el resto de socios
La familia Serratosa, una de las históricas sagas de la burguesía
valenciana del siglo XX, deja la aerolínea que fundó, Air Nostrum, al cumplirse
un cuarto de siglo desde su fundación. «Javier Serratosa ha salido del consejo
de administración de Air Nostrum tras la venta de la participación en la
aerolínea que tenía la sociedad Pool de Activos», confirman desde la empresa
que presta el servicio de Iberia Regional.
«En cuanto al
accionariado, la participación del 7% que tenía la familia Serratosa en Air
Nostrum se ha distribuido entre los demás accionistas», añaden antes de
confirmar que el primer ejecutivo en los tiempo de la familia y actual
presidente, Carlos Bertomeu, continúa ostentando la mayoría accionarial.
Fue en 2014 cuando la
familia Serratosa decidió despedirse de la aerolínea. Desinvirtió en la empresa
y encomendó a Bertomeu, el entonces consejero delegado, encontrar un nuevo
dueño. Finalmente, Bertomeu fue quien tomó el relevo de la firma con el
respaldo económico de los doctores Antonio Pellicer y José Remohí, propietarios
del Grupo IVI.
Javier Serratosa
Javier Serratosa había
heredado la representación de la familia a causa del proceso de retirada de su
padre, Emilio Serratosa, de los puestos ejecutivos de sus participadas en 2009.
El también consejero delegado del holding familiar Nefinsa, es uno de los
directivos valencianos más relevantes.
En los últimos 28 años
ha participado como presidente o miembro del consejo de administración de
firmas como Prebetong (hormigones), Colebega (embotelladora de Coca-cola),
Nefitel (distribuidora de telefonía móvil), Saica (concesionaria de
automóviles), Banco de Comercio (Grupo BBVA), CMA (tratamiento de residuos
industriales), Aragonesas (empresa química) y Ursa, accionista de referencia de
Uralita, entre otras. Además, ha presidido la organización de ejecutivos
valencianos en Madrid, Fundación Conexus; y es miembro del Instituto de Empresa
Familiar, el Círculo de Empresarios de Madrid, la Asociación Valenciana de
Empresarios (AVE), el patronato del IESE o la Fundación España-Rusia.
La crisis azotó con
fuerza a la compañía y su resultado se desplomó en 2009 hasta unas pérdidas de
16,2 millones, nueve de ellos correspondientes a la salida de trabajadores y al
inicio de su estrategia de sustitución de su flota de 50 plazas por nuevos
reactores de mayor capacidad, CRJ1000 de 100 plazas, para reducir en un 32% el
coste del asiento.
La compra por parte de
Bertomeu evitó que la empresa terminara despiezada por un nuevo propietario y
le llevó a desarrolla un plan de reflotamiento que ha terminado por devolverla
a beneficios y establecer alianzas para crecer en el norte de Europa, como la
que está negociando con Cityjet y de la que se prevén inminentes novedades.
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