martes, 29 de noviembre de 2016

Air Nostrum: la cantera de la aviación comercial

Air Nostrum, franquicia de Iberia, una de las cinco compañías domésticas más importantes.

Los presidentes de Iberia, Iberia Express y Vueling y otros altos ejecutivos trabajaron en Air Nostrum, la aerolínea valenciana presidida por Carlos Bertomeu
¿Existe una receta infalible para la captación de altos directivos de empresa? Necesariamente, la respuesta debe aproximarse al no. De ahí el gran valor que tiene acreditar un alto porcentaje de acierto a la hora de elegir personas y componer equipos, una habilidad en la que muchos departamentos de recursos humanos han demostrado cierta fiabilidad, pero en la que otros han fracasado estrepitosamente.
En el caso de una compañía como Air Nostrum, la empresa valenciana de aviación regional, una revisión a los altos directivos del sector que han pasado por su cantera, presentes en la cúpula de las más relevantes empresas (Iberia, Iberia Express, Vueling, Inaer), lleva a examinar la política de captación de talento de quien suma ahora el cerebro, el corazón y el alma de la compañía, Carlos Bertomeu, presidente ejecutivo y máximo accionista.
Desde su nacimiento, allá por 1994, Air Nostrum ha ido cubriendo etapas, no todas brillantes por los vaivenes de un mercado de alta complejidad en el que, sólo en España, operan 14 aerolíneas nacionales y otras 150 internacionales. Air Nostrum, compañía franquicia de Iberia -en lugar de ser competidor, alimenta la oferta de plazas internacional de la aerolínea de referencia-, se ha ido especializando en lo que Bertomeu define como «suma de mercados pequeños»hasta convertirse en una de las cinco más importantes que operan en el mercado doméstico y lograr varios reconocimientos como mejor compañía regional de la UE por la Asociación Europea de Aerolíneas Regionales.
Al margen de las cifras de negocio, existe una realidad más discreta que tiene que ver con la manera en que a lo largo de los años Bertomeu ha explotado su paso por el Instituto de Empresa (IE Business School), una de las más prestigiosas escuelas de negocios de Europa y del mundo, a juzgar por su posición en los ránkings que se publican. Primero fue alumno del máster en dirección y administración de empresas, que acabó como primero de su promoción («tenía tanto miedo que no podía parar de estudiar», ha dicho). Después fue profesor de finanzas en el propio Instituto de Empresa, para luego acabar dirigiendo los programas MBA y executive MBA de la institución.


Desde esa privilegiada atalaya, Carlos Bertomeu tuvo acceso a una bolsa de aspirantes a triunfadores en el mundo de los negocios, entre los que él siempre ha seguido muy de cerca a preguntones, raritos y osados que buscaban con avidez y acierto la contradicción del profesor. Y, además de buscar la heterodoxia, aplica la enseñanza a su propio modelo de gestión: «El directivo que te corrige es el que merece la pena, lo que sabes ya, aprendido está».
«Hemos convertido en una religión llevarme la contraria. Si la gente que me rodea me dice que sí a todo lo que ya sé, la suma neta es lo que yo sabía. Si la gente que me rodea me saca de errores y me da perspectivas distintas, la suma es muy superior a lo que yo ya sabía», aseguraba en una entrevista concedida a los alumnos del programa Quit pot ser empresari (Quién puede ser empresario), organizado por la Universidad de Valencia y la Fundación Universidad Empresa.
Desde aquel paso por el IE, Bertomeu (Valencia, 1963) mantiene esa inquietud por la formación y selección de directivos -es director académico de la Cátedra de Cultura Empresarial de la Universidad de Valencia y miembro del Consejo Social de la Politécnica-, así como por aproximar la universidad a la empresa. Obviamente, si esa proximidad al talento beneficia a su empresa, mejor. Si no, Bertomeu mantendrá el contacto y cuando exista posibilidad de reclutamiento para su equipo directivo, lo ejecutará.
¿Existe margen para el error en esa selección de los recursos humanos? Sin duda, sí. Pero el sistema es casi obsesivo. Manda por encima de todo la formación -el postgrado es casi obligatorio para cualquier aspirante por las exigencias del sector-pero también la flexibilidad, el encaje en la cultura corporativa y la capacidad de trabajo. A ello añade otras cualidades: «Creatividad, tesón, pensamiento a largo plazo, humildad en la aproximación y capacidad para corregir los errores», según ha dicho en alguna de sus múltiples intervenciones públicas ante un público universitario.
Otro de sus lemas es que no debe cortar el vuelo de altos directivos hacia otras compañías, como ha sucedido con un buen ramillete de personalidades del sector que han trabajado con él y que ahora ocupan puestos clave en el sector, como la presidencia de Iberia, la de Iberia Express o la de Vueling. Todos, además, abandonaron Air Nostrum de la mejor manera posible, sin portazos. La prueba es la nutrida asistencia de ex directivos al homenaje que se le tributó a Emilio Serratosa, el mentor del imperio que alumbró el nacimiento de la aerolínea.
Air Nostrum nació en 1994 de la cabeza de Bertomeu y del bolsillo de una adinerada familia valenciana, los Serratosa, a partir del éxito en la venta de Valenciana de Cementos y la formación de la corporación empresarial Nefinsa. Bertomeu primero director general de la corporación y consejero delegado de la compañía ahora como presidente ejecutivo y máximo accionista de Air Nostrum, tiene como obsesión no sólo aumentar los beneficios de Air Nostrum, sino convertir su sede de Valencia en referencia del sector aeronáutico español. «La aviación comercial debe tener apellidos valencianos», dice con vehemencia. Estos son los altos directivos del sector que en algún momento trabajaron junto a Carlos Bertomeu en Air Nostrum.

Luis Gallego

Presidente de Iberia. Luis Gallego (Madrid, 1969), presidente de Iberia desde enero de 2014, pasó por varios puestos en AirNostrum entre los años 1997 y 2006. Por ejemplo, fue director técnico de los talleres de mantenimiento, una etapa que, según cuentan en su entorno, le permite entender el lenguaje de los mecánicos y aproximarse a ellos, algo no demasiado habitual en el selecto grupo de altos directivos de grandes compañías aeronáuticas.
Conocido por su sencillez y gran sentido del humor -algo que también es una religión en Air Nostrum-, pasó también a Clickair, aerolínea que posteriormente se fusionó con Vueling, de la que Luis Gallego fue director de Producción. Pasó a ser consejero delegado de Iberia Express y, posteriormente, del Grupo Iberia.

Fernando Candela

Presidente de Iberia Express. Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Valencia, llegó a una incipiente Air Nostrum procedente de Andersen Consulting. Pasó 17 años en la compañía, casi una eternidad en tiempos de alta volatilidad de directivos, para luego dar el salto como consejero delegado y presidente de Iberia Express.

Javier Sánchez Prieto

Presidente de Vueling. Ingeniero técnico aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid y licenciado en Empresariales por la Complutense. Se incorporó en 1999 al área técnica de Air Nostrum con el perfil que suele encajar en la compañía -alta cualificación técnica en ingeniería y finanzas- y en 2001 asumió el cargo de de subirector de Planificación Estrategica de la compañía. En 2003 saltó a Uralita, una de las compañías adquiridas por el Grupo Nefinsa, germen de Air Nostrum, en donde ocupó diversos puestos de responsabilidad hasta 2012. Ese año Iberia le fichó como director financiero del Grupo, puesto en el que permaneció hasta abril de 2016, cuando se convirtió en presidente de Vueling en sustitución de Alex Cruz, que pasó a ocupar el puesto de presidente de British Airways.
Con el nombramiento de Sánchez Prieto en Vueling, cuatro de las compañías que forman el grupo IAG -fruto de la fusión entre British Airways e Iberia- están ocupadas por españoles: Iberia, Iberia Express, British Airways y Vueling. Y tres de los presidentes proceden de la cantera de Air Nostrum. No es extraño. Luis Gallego, Fernando Candela y Javier Sánchez Prieto coincidieron en la aerolínea de bandera valenciana, donde trabajaron juntos durante cinco años en el equipo de dirección liderado por Carlos Bertomeu.
El «boca a boca» y la recomendación desde los puestos de confianza de la empresa, casi siempre funciona. «La gente en la que delegas y confías, sólo recomienda para determinados puestos directivos a personas que vayan a estar a la altura de lo que tú esperas de ellos, que tengan el perfil de formación que requiere la empresa y, sobre todo, que vayan a encajar en la cultura corporativa de la compañía», señala.
Valentín Lago
Director de Producción de Vueling. Ingeniero aeroespacial y doctor en Económicas. También pasó por el Instituto de Empresa, el origen de casi todo en esta obsesión de Bertomeu por captar el talento. En 1998 comenzó trabajando en el área técnica de Air Nostrum y posteriormente se convirtió en el director de Calidad de la compañía. En 2012 se incorporó a Iberia Express como director de Operaciones y en abril de 2016 llegó a Vueling como director de Producción. Su trayectoria en Air Nostrum se prolongó durante 13 años.
Juan Antonio Díaz Palacios
Director de mantenimiento de Flota Iberia. Ingeniero aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid. Ingresó en Air Nostrum en septiembre de 1994 como ingeniero en el área técnica de la que en 2013 era máximo responsable. Ese año fue contratado por el Grupo Iberia como director técnico del operador. Lidera el proyecto de estandarización del mantenimiento en el Grupo IAG.
Adrián Bueno Margaix
Director corporativo de tesorería Inaer. Se licenció en Económicas por la Universidad de Valencia. Ingresó en octubre de 1999 en el departamento financiero de Air Nostrum, del que fue nombrado jefe de tesorería y responsable de riesgos en el año 2011. En esa fecha se incorporó como director corporativo de tesorería de Inaer. En 2015 asumió el puesto de Director de Tesorería en Babcok Mission Critical Services.
Alberto García Torres
Director de Compras y Flota de Iberia. Ingeniero industrial por la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI) y, como otros, cursó un máster en administración de empresas en el Instituto de Empresa. Al igual que el actual director de Operaciones de la compañía, Manuel Jiménez, ingresó en Air Nostrum en noviembre de 1995, compañía en la que ha pasado por varios puestos a lo largo de 21 años. Ha sido controller, director de Relaciones Industriales y director de Planificación y control de gestión. Desde julio de 2013 es el director de Compras y Flota del Grupo Iberia. Tanto Alberto García como Manuel Jiménez fueron alumnos de Carlos Bertomeu en el MBA del Instituto de Empresa y fueron seleccionados personalmente por él. Una tercera alumna, Paz Ferrer, fue la primera directora de márketing de la compañía y responsable del actual nombre e imagen de la aerolínea. Otro destacado compañero de clase en el IE, Juan Corral, acabó siendo fichado como director comercial.
Rafael Jiménez Hoyos
Director de Operaciones de Iberia. Se graduó en la Academia del Aire con el número uno de su promoción. Llegó a formar parte de la Patrulla Águila, el más importante grupo acrobático del Ejército español y estuvo destinado con los F-18. En 2003 Air Nostrum le fichó como director de Instrucción. En 2006 comenzó a trabajar en Clickair y posteriormente en Vueling. En abril de 2013 se incorporó al Grupo Iberia como director de Operaciones.
José Vicente Herrero

Director de Producción de Iberia. Ingresó en mayo de 2001 procedente del Ejército del Aire en el área comercial de Air Nostrum de dónde pasó al departamento de Relaciones Industriales. En 2010 fue fichado como director comercial por Transmediterránea y en 2015 accedió al puesto de director de Desarrollo de Negocio en Balearia y posteriormente al de Managing Director de Balearia Caribbean. Su pasaporte profesional también acredita un máster en el IE.


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